viernes, 12 de septiembre de 2008

5 enfoques sobre Clorindo Testa - Café Porteño Fotografía



Café Porteño Fotografía presenta

5 Enfoques sobre Clorindo Testa

Del 19 de septiembre al 15 de Octubre.

Espacio Cultural Carlos Gardel
Olleros 3640, Chacarita - Ciudad de Buenos Aires - Argentina

Horario de visitas:
Martes a viernes de 10 a 20Sábados y domingos de 14 a 20
Inauguración:
Viernes 19 de septiembre a las 20

EXPONEN
• Jimena Almarza
• Amaia Guridi
• Ezequiel Kopel
• Celeste Romero Cano
• Limay Uribe Ruberti

Curaduría y coordinación
Fernando Marco Sassone
Producción
Café Porteño, Limay Uribe Ruberti, Celeste Romero Cano, Florencia Del Gesso


Sobre la muestra
Clorindo Testa, ícono de la arquitectura argentina, ha sido, con su prolífica obra, una inspiración para muchas generaciones de arquitectos. Su obra, de raiz racionalista, ha evolucionado formal y conceptualmente hasta el Parnaso del imaginario arquitectónico colectivo. Su edificio más paradigmático es la Biblioteca Nacional, emblema de un proyecto cultural que no ha podido consolidarse como el edificio mismo. Cuestionada por muchos, admirada por muchos más, es sin lugar a dudas un monumento urbano. En las Antípodas de este proyecto se encuentra el Banco de Londres (hoy Banco Hipotecario), obra también de caracter monumental y escultórico, con un manejo magistral de la escala y la semántica, una paradoja de solidez y levedad, opacidad y transparencia, que nos recuerda el espacio urbano que generan los edificios barrocos. Clorindo Testa y su poética han marcado a fuego a la arquitectura argentina.

La Biblioteca Nacional y al Banco de Londres son contrapuntos para analizar y vivenciar la forma, la función, la poética, la estética y el espacio. Este múltiple ensayo fotográfico nos muestra las disímiles formas en las que se vive y percibe su arquitecura. Presentamos así esta primera parte del ensayo: la Bibioteca.

Fernando Marco Sassone
Curador
Mas info
-------------------------------------------------------------
Café Porteño Fotografía
Sobre la arquitectura de Clorindo Testa
Clorindo Testa, ícono de la arquitectura argentina, ha sido, con su prolífica obra, una inspiración para muchas generaciones de arquitectos. Su obra, de raíz racionalista, ha evolucionado formal y conceptualmente hasta el Parnaso del imaginario arquitectónico colectivo.
Clorindo Testa es un arquitecto singular. Su edificio más paradigmático es la Biblioteca Nacional, emblema de un proyecto cultural que no ha podido consolidarse como el edificio mismo. Cuestionada por muchos, admirada por muchos más, es sin lugar a dudas un monumento urbano. En las Antípodas de este proyecto se encuentra el Banco de Londres (hoy Banco Hipotecario), obra también de carácter monumental y escultórico, con un manejo magistral de la escala y la semántica, una paradoja de solidez y levedad, opacidad y transparencia, que nos recuerda el espacio urbano que generan los edificios barrocos.
A través de toda su carrera y obras Testa ha puesto de manifiesto su poética espacial con su unívoco lenguaje arquitectónico intrínsecamente personal. Y a pesar de que su obra es vasta y disímil, es imposible no ligar su nombre el de estas dos grandes obras de arquitectura: El Banco de Londres y la Biblioteca Nacional. Una, un ejemplo magistral de arquitectura corporativa, la otra, otro ejemplo magistral de arquitectura institucional.
Fue así como en el contexto del grupo Café Porteño Fotografía, propuse este ensayo que partía de la idea de instituir a estas dos obras en dos contrapuntos a analizar, vivenciando las formas, la función, la poética, la estética y la forma de concebir el espacio de este gran arquitecto.

Sobre el ensayo
Al emprender este ensayo fotográfico múltiple, tuve la convicción de que tanto la Biblioteca Nacional como el Banco de Londres permitían interpretaciones encontradas en todos los niveles, y que el análisis en paralelo entre los dos edificios arrojaría más de una paradoja y puntos conflictivos y de debate.
La modalidad de trabajo del ensayo fue muy libre y espontáneo. No se impuso ningún tipo de valoración ni criterio a ninguno de los fotógrafos. La consigna principal era lograr abordajes y enfoques diferenciados y personales. Cada ensayista realizó un acercamiento íntimo y singular como la obra misma, experimentando un proceso en donde fue descubriendo o redescubriendo el edificio en forma sensorial y sensitiva.
Comenzando con fotografías más o menos azarosas que ponían de manifiesto las características más obvias de ambos edificios, con el transcurso del tiempo fueron surgiendo fotos más sutiles. Maduradas las visiones, cada fotógrafo desarrolló una línea de trabajo que se concentraba menos en un análisis de tipo académico arquitectónico que en su propia forma de experimentar estos magníficos espacios. La arquitectura misma los fue motivado, los movió y les sugirió puntos de vista posibles con resultados sumamente personales.
Este ensayo fotográfico múltiple es un ejemplo de las disímiles formas en las que se vive y percibe estas dos grandes obras de arquitectura.

Sobre la Biblioteca
Un edificio destinado a salvaguardar las manifestaciones de la cultura de una nación, lógicamente tendrá connotaciones y simbolismos especialmente profundos, más aún cuando la historia de su construcción está ligada a frustraciones y desencantos culturales, políticos y sociales. La obra fue adjudicada en 1962 por concurso de anteproyectos a los arquitectos Clorindo Testa, Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga. Su retrasada conclusión insumió más de tres décadas, convirtiéndose durante aquellos años de inconclusión en un símbolo de tantos proyectos nacionales truncos. Finalmente concluída en la década del ´90, fue festejada como una de las obras más prominentes del país. Es una obra que sobresale por su partido, manejo de la escala y del espacio, por su materialidad, simbolismo e implantación urbana.
En los círculos académicos y profesionales el edificio fue siempre ponderado como una gran obra, pero durante los años de inconclusión, gran parte de la opinión pública tendía a valorarla negativamente. En este sentido, rescato los dichos del Arquitecto Omar Bernardelle, quien nos cuenta que la arquitectura, en la historia, siempre ha tenido dos lecturas, dos interpretaciones, dos caminos; una, la del gusto corriente de la gente, y otra, la del significado que tiene. El movimiento moderno en arquitectura ha sido un gran ejemplo de estos dos caminos en la valoración de la arquitectura, y no es de extrañar que un edificio tan trascendente como el de la Biblioteca Nacional sea especialmente controversial y susceptible de análisis contradictorios.

Una hipótesis puesta en duda
La primera vez que vi el edificio de la Biblioteca Nacional fue alrededor de 1987, no había comenzado a estudiar arquitectura y me sorprendió ver tamaño edificio en ese estado de abandono. Su escala monumental me impactó y supuse que era la base sobre la cual se construiría una gran torre. Mis primeros años en la carrera de arquitectura lograron que valorara esas formas tan escultóricas, sin embargo pronto comencé a tomar el partido contrario a la Biblioteca, juzgando que la monumentalidad de el edificio era digna de regímenes helenísticos o dictatoriales, no un sinónimo de la "cultura protegida", sino de "la cultura inaccesible". La lectura de "Vigilar y Castigar" de Michel Focault no tuvo poco que ver con esa visión. Podía vislumbrar un espacio panóptico, controlador, veía al hormigón como símbolo de lo inhumano, a la escala cómo símbolo del poder político que todo lo controla, los accesos altos como símbolo de lo inaccesible, en suma, mi visión era realmente muy crítica y negativa. Y a pesar de todo, cuando visitaba el edificio me sentía como embriagado y sentía la invitación a dejarme llevar por esos monumentales espacios y vistas panorámicas de la ciudad. Intelectualmente, la desafiaba y me oponía a ella, pero íntimamente la anhelaba. Llegué a reconocer que la Biblioteca era una gran obra de arquitectura, pero no un edificio apropiado para Biblioteca Nacional. Tenía muy presente al proyecto que obtuvo el segundo premio en el mismo concurso, del estudio Manteola, Sánchez Gómez, Santos, Solsona y Salaberry, un fabuloso edificio que proponía un espacio protagónico en planta baja, sumamente peatonal, franco, directo, accesible. Ese proyecto sí se acercaba más a lo que era mi idea de espacio democrático que requería la Biblioteca.
Sin embargo, la Biblioteca de Testa de pronto no aparecía como un edificio tan temible, por el contrario, el espacio controlador del tipo panóptico se diluía entre los recovecos de ese espacios tan recorribles, tan vívidos.

El plantear la idea y el leitmotif de este ensayo fue una forma de poner a prueba viejas ideas, viejas limitaciones. Mirando las fotos de cada ensayista, la forma en cómo experimentaban y se entusiasmaban con el edificio, la forma en como lo recorrían libremente, cómo plasmaban en las fotos sus sueños e ideas, y lo maleable de cada concepción terminó de convencerme de que el espacio era contundente, pero no unívoco, imponente, pero no se imponía, que era monumental pero también masivo, que podía intimidar, pero también enamorar.

Fernando Marco Sassone
Curador de la muestra "5 enfoques sobre Clorindo Testa"Café Porteño Fotografía"